Seguramente, en muchas ocasiones nos hemos sentido atrapados, dejamos que los problemas nos dominen y no encontramos salida a la dificultad que estamos atravesando. La vida es un camino maravilloso, lleno de aprendizajes, pero para conquistar esos aprendizajes necesitamos afrontar situaciones difíciles que nos desestabilizan y nos llevan al límite. Si bien es natural sentirnos mal en algún momento, lo importante es no permanecer en ese estado; siempre debemos buscar la manera de cambiar esa situación y pedir ayuda porque, al contrario de lo que muchos creen, no necesitamos hacerlo solos. En el camino siempre encontraremos personas que nos pueden ayudar, dándonos una guía y mostrándonos las herramientas que necesitamos para confrontar los retos que día a día se nos presentan. A veces pasa que hay momentos en los que pedimos al universo y no recibimos respuesta. Como dice Ana Mercedes Rueda en su libro ¿Por qué pido y no recibo?, es simplemente porque no sabemos pedir, la manera en que estamos tratando de tener conexión con Dios y con el universo no es la adecuada porque, si se hace desde el egoísmo o desde la ambición, es claro que no vamos a obtener una respuesta. Para todos los procesos en la vida podemos encontrar una guía, y claro que para el camino espiritual también. Existen los Coach Espirituales, quienes van enfocados a trabajar la inteligencia emocional y desde allí, brindarnos herramientas para afrontar de la mejor manera posible las diferentes situaciones que se presentan a lo largo de la vida. Todo esto, a partir del autoconocimiento, la conciencia, el amor propio y la fé, de entender qué es lo que estamos proyectando y qué estamos atrayendo. Cada uno de nosotros tiene un proceso diferente de crecimiento y, cuando elegimos trabajar en nuestra espiritualidad, empezamos a ver el mundo de otra manera porque todo toma un sentido, y cada paso que damos sabemos que nos está llevando a nuestro propósito de vida. Es justo en ese momento cuando el Coach Espiritual nos puede ayudar, solamente tenemos que tomar la decisión y aprovechar toda la ayuda que encontramos en el camino para hacerlo más fácil.