CARTA DE UN PADRE QUE SE DEBE IR Y SE DESPIDE DE SU HIJA..
Se me acaba el tiempo y por más que lo quiera, no me puedo quedar....
Has sido la niña de mis ojos y mi gran felicidad en ésta vida fue tenerte, dicen que los hijos escogen a sus padres, y si es así me siento muy afortunado que lo hubieras hecho.
Dicen que viajamos en grupos de almas y que nos elegimos con quienes queremos aprender, crecer y disfrutar la vida.
Me siento agradecido por la vida que tuve, por mis padres, mis hermanos, mi esposa, mis hijos y mis amigos.
Si tuviera la oportunidad de volver a nacer, creo que haría lo mismo que hice en mi vida, hasta tomaría las mismas decisiones, elegiría cómo esposa y madre de mis hijos a la misma mujer quien me ha acompañado hasta hoy, siendo una compañera incondicional siempre, tendría los mismos 3 hijos y los mismos amigos.
Pero lo único que si cambiaría es haberme preocupado tanto por los problemas, haberme estresado por el trabajo, dejar que otros me quitaran mi paz interior, no haber puesto límites algunas personas y dejar que pasaran por encima mío y le quitaría importancia a lo material.
Me hubiera gustado que Dios me diera la oportunidad de vivir más, para ver a mi nieto crecer, para asistir a la boda de mis hijos, ver nacer mis otros nietos, compartir con mi esposa hasta viejitos y podernos contar anécdotas de la vida y reírnos juntos.
Hoy entiendo que somos almas encarnadas en un cuerpo físico y venimos con un propósito que debemos cumplir, es una misión muy importante que hace que la vida tenga sentido.
Cuando cumplimos ese propósito llega el momento de partir.
Llegado ese día por más que queramos interferir en los planes divinos, Dios tiene todo planeado para cada uno y nos organiza un plan para despedirnos de lo terrenal y para podernos ir en paz.
Si podemos extender los planes unos días pero no muchos, porque ya todo está planeado.
Un mes antes de partir aproximadamente, Dios manda a sus ángeles guardianes y a los guías que fallecieron, que pueden ser padres, hermanos o familiares que ya trascendieron y que ya están en el cielo, a recogernos.
El día que debes partir te acompañan tiempo completo a ti y a tus familiares para ayudar al desprendimiento del alma del cuerpo.
Sientes un amor tan grande momentos anteriores a partir, que a pesar que no sabes cómo va a ser el proceso, sientes paz y sabes que todo va a estar bien.
Cuando de repente llega ese instante, es cómo un respiro, que sientes que tu cuerpo se pone muy pesado, es una inhalación tan grande que el alma se empieza a elevar liberándose de cualquier sufrimiento, carga y peso.
Los ángeles y guías te ayudan a cada lado, el amor que sientes es infinito pues vienen a recogerte quienes amas y tal vez no veías hace mucho tiempo.
El proceso sigue y el alma se convierte en aire de colores, son chispitas de fuego, que forman un arcoíris y se elevan hasta el cielo.
El cielo es un estado de consciencia, infinito, eterno, puro y profundo.
“Por eso están delante del trono de Dios, y le sirven día y noche en su templo. Y el que está sentado en el trono morará entre ellos. No tendrán más hambre ni más sed; El sol no los tocará, ni ningún calor; porque el Cordero que está en medio del trono los pastoreará y los conducirá a fuentes vivas de aguas. Y Dios limpiará toda lágrima de sus ojos” (Apocalipsis 7: 15-17).
En el cielo se produce el encuentro de almas, de familias, donde no hay tiempo, ni espacio, sólo la vida eterna.
Hija, sé que es duro el proceso que han estado viviendo y lo que viene tal vez se más doloroso, pero quiero que sepas que estaré bien, y que desde donde esté los estaré cuidando y protegiendo siempre.
El amor no muere y quiero que cada vez que te pongas triste recuerdes los momentos lindos que pasamos juntos y que por encima de todo somos una familia.
Al lugar que voy las familias bailan, cantan y celebran rencontrarse, así que los estaré esperando y cada vez que me necesiten, sólo deben llamar a los ángeles guardianes y pedirle a Dios que me puedas ver, sentir o escuchar, vas a decir mi nombre 3 veces y cierra los ojos. Yo estaré ahí para ti, puede que no te pueda hacer un milagro, porque esa no va a ser mi misión, pero te puedo abrazar, puedo secar tus lágrimas y acompañarte haciéndote compañía. Así que no dudes en llamarme, siempre estaré ahí para ti.
Y quiero recomendarte algo, recuerda que eres mi hija, y cómo yo ya no voy a estar, te pido que te cuides, que te ames, que te hagas respetar, que sepas que eres lo más valioso para mi, que tu misión ahora es ser feliz, aprovecha hacer lo que siempre has soñado, vive tu vida con alegría, goza, consíguete un hombre que te ame y que te haga feliz.
Recuerda que siempre te cuidaré, estaré caminando contigo, a tu lado, así que no te sientas sola.
Hoy tu misión es ser feliz, quítate cadenas y bloqueos y vive la vida a tu manera, no te exijas tanto, saca tiempo para lo más importante que es la familia y comparte con los demás ayudando y sirviendo,
Te amo Hijitaaaaaaa
TU PA
Canalizado por:
Laura Espinosa con mi papá que falleció el 26 de febrero del 2020.